En un mercado turístico cada vez más competitivo, donde los viajeros tienen miles de opciones a un clic de distancia, la propuesta de valor es el elemento que puede marcar la diferencia entre que te elijan… o que te olviden.

En este artículo te vamos a explicar qué es, cómo se genera, en qué partes se divide y cómo diseñar una estrategia de marketing agresiva y efectiva para que un hotel, tour operador o cualquier servicio turístico destaque en el mercado.

¿Qué es la propuesta de valor en turismo?

La propuesta de valor es la promesa única que le haces a tu cliente. Es el conjunto de beneficios y experiencias que solo tú puedes ofrecer y que hacen que tu producto turístico sea la mejor opción frente a la competencia.

En el turismo, no se trata únicamente de vender una habitación de hotel o un tour. Se trata de vender una experiencia, una emoción y un recuerdo que permanecerá en la memoria del viajero.

Por ejemplo: no es lo mismo decir “ofrecemos tours de canopy” que decir “vive la adrenalina de volar sobre el dosel del bosque lluvioso, con vistas que solo los pájaros conocen”. El segundo mensaje transmite sensaciones, diferencia tu oferta y despierta el deseo.

¿Cómo se genera una propuesta de valor turística?

Crear una propuesta de valor efectiva requiere análisis, estrategia y creatividad. Los pasos básicos son:

1. Conocer a tu cliente ideal:
   Investiga quién es, qué le motiva a viajar, qué le preocupa y qué tipo de experiencias busca.
2. Analizar a la competencia:
   Descubre qué están ofreciendo otros y busca la forma de diferenciarte.
3. Identificar tus ventajas únicas:
   Puede ser la ubicación, un servicio personalizado, tu conexión con la comunidad local, sostenibilidad, gastronomía exclusiva, experiencias culturales o naturaleza única.
4. Transformar beneficios en emociones:
   El viajero no compra solo “lo que haces” sino “lo que siente” al vivirlo.

¿En qué partes se divide una propuesta de valor?

Una propuesta de valor turística debe tener al menos tres componentes clave:

• Beneficio principal: ¿Qué le ofreces al cliente?
• Diferenciador único: ¿Por qué deberían elegirte a ti y no a otro?
• Prueba de valor: Testimonios, premios, certificaciones o datos que respalden tu promesa.

Ejemplo para un hotel: “Descansa con el sonido del mar en nuestras villas privadas con acceso directo a la playa, mientras disfrutas de un servicio personalizado 24/7. Certificado como Hotel Sostenible 5 hojas.”